martes, 10 de noviembre de 2009

Nuevas Jugadoras, Viejos Prejuicios

Las mujeres no solamente tienen que luchar con el balón, sino que aún hoy tienen que enfrentarse a los viejos prejuicios que, en mi opinión, deberían pertenecer por completo al pasado.

Por citar un ejemplo: mucho se dice que la práctica del fútbol disminuye la feminidad de las jugadoras y se cree que éstas presentan más lesiones en las rodillas que los hombres. Tanto el hombre como la mujer son aptos físicamente para soportar los 90 minutos de juego. La práctica de fútbol mejora el sistema respiratorio y ayuda al bienestar de los jugadores, en la medida de que se trata de un deporte en conjunto, que a su vez crea un sentido de pertenencia y de socialización. El balón no tiene un género definido. Se deja dominar sin distinción de género: el único requisito que exige es la pasión.

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